A vosotros me dirijo, sí, a vosotros que estáis cómodamente en vuestras poltronas mientras mandáis asesinar en nombre de la paz. Los conflictos hay que intentar solucionarlos de manera pacífica, dialogando. Pero a vosotros vampiros os gusta la sangre, el terror, la destrucción. No callaréis a miles de voces que clamar contra vuestros bombarderos preñados de bombas para matar, asesinar, masacrar a gente inocente. Ojalá que la maldición eterna recaiga sobre vosotros. Asesinos.
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