lunes, 27 de abril de 2015

¿Me queda la palabra?

Hojeando la prensa me topo con una noticia que podría decir que es curiosa, llamativa incluso. Mas tratándose de un país y de un gobierno como es el de España no me extraña nada. El poder que ha acumulado el gobierno de Mariano Rajoy en materia de control de las libertades de los ciudadanos no deja indiferente a cualquier observador. Al comienzo de su mandato, Rajoy tuvo como prioridad ir recortando derechos adquiridos durante décadas. Después continuó apretando la tuerca más, cada vez un poco más. Y con la satisfacción de habernos exprimido social, laboral y económicamente comenzó el recorte de libertades. Para este infame gobierno que el pueblo se exprese, reúna y opine libremente son cosas de rojos y movimientos antisistema. Eso de los derechos y deberes fundamentales le suena al PP a chirigota. 
Pues bien, leo la noticia en cuestión. "La Policía podrá instalar software en los dispositivos electrónicos personales". Eso sí, añade la nota que para "investigar delitos menores". Ya sabemos cuáles son esos delitos menores.... Son objeto de especial protección: La Corona, sagrada. La Iglesia, católica, por supuesto, también sagrada. La bandera y todos esos cachivaches patrios, sagrados también. 
Ignoro para qué tanto revuelo, sabiendo de sobra como sabemos que nos tienen controlados más de lo que permiten las leyes. Diríamos que lo llevan a cabo de forma enfermiza. Nos quieren decir: "Aquí no se mueve ni dios". Y lo cumplen, vaya que si lo cumplen. La imagen que me viene a la memoria más reciente, la de una anciana ante un grupo de policías armados hasta los dientes. Pues bien, dicha anciana fue denunciada por la propia policía por desacato y agresión a la fuerza pública.
Viendo el panorama muchos creemos que a este gobierno únicamente le queda por volver a imponer la Ley de vagos y maleantes. Y no estoy muy lejos de equivocarme. A Esperanza Aguirre, la candidata a alcaldesa de Madrid no le gustan los "sin techo". Dice, esta ignara, que hacen daño al turismo de la capital. ¿Y el daño que le ha hecho el PP a los desahuciados? ¿Eso no cuenta? Que haga la prueba ella misma. Que le pongan cuatro harapos y que vague por las calles de Madrid. Y ya de paso que se acerque a Cáritas o a alguna otra asociación benéfica como ella misma aconseja. Que lo haga, sí, y luego hablamos.
Tiempo atrás cantábamos "Me queda la palabra", de Blas de Otero. Pero en pleno siglo XXI ya no nos dejan ni eso.
¿Van a poder ellos más que nosotros? Eso habrá que verlo.