sábado, 2 de enero de 2016

Escrito de una tarde de enero

Ahora que todo está en calma me pongo frente a mi ordenador. En mi búnker, por supuesto. Y como es sábado no tengo ningún compromiso ni social, ni familiar, ni de ninguna otra índole. Por lo que me centro en mi blog, mi querido blog. Bien sé que me lo agradece. Que me conecte, que comience a teclear y que escriba. Que escriba sobre lo que a mí me parezca, y que él se sienta orgulloso de poder igualarse con otros blogs a los que sus propietarios atienden a menudo. Al igual que sucede con los libros colocados en los anaqueles de mi biblioteca o de cualquier biblioteca. Quieren ser cogidos por lectores o por lectoras. Que los abran, que los hojeen, que los lean. Nadie quiere ser olvidado. Ni siquiera los objetos más inadvertidos. 
Y después de estas reflexiones continúo mi vagar cautivador. Y escribo cautivador porque estos actos sólo me proporcionan entusiasmo. A medias entre la tecnología (el ordenador), y lo tradicional (el libro en formato papel). Quiero decir que la escritura y la lectura me han proporcionado tantas satisfacciones que no puedo renunciar a ellas. Son inmanentes a mi persona. Y después están los amigos/as que me leen y lectores y lectoras que no conozco personalmente pero que también me siguen, me leen. Por lo que estoy enormemente agradecido.
Son aproximadamente las cinco de la tarde. La luz que entra por la ventana se va desvaneciendo, apagando, y tengo que encender la luz de mi lámpara. 
Tengo por delante una larga tarde de principios de enero. Publicaré este blog y le pediré a mi santa que lo lea para saber su opinión. Si a ella le gusta es que lo he pergeñado bien. Si, por el contrario, me pone alguna objeción lo tendré en cuenta para ocasiones posteriores.

2 comentarios:

  1. A tu santa le encantará
    Y a otros/otras, como yo, no sé si tan santa, también nos encanta, Aurelio
    Sigue ahí, escribiente nocturno, y feliz estreno del 2o16
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Piluca. Con escribir la mitad de bien que tú me conformo.
    Escribiente nocturno seguirá, claro que sí. Y por sus lectores le conoceréis.
    Feliz año 2016
    Besos

    ResponderEliminar