jueves, 21 de enero de 2016

En obras





Queridos lectores y lectoras, como veréis estoy haciendo algunos cambios en mi blog. Cambios para mejorarlo y modernizarlo.
Introducciones que he considerado convenientes. Ahora podréis visualizar mejor las estadísticas. Éstas comenzarán de cero y se irán añadiendo al contador de países con el paso del tiempo y la visitas de lectores y lectoras.
Estoy, como se suele decir, en obras. Por lo cual espero sepáis disculpar las modificaciones que estoy efectuando. Me lo estoy currando yo solito a base de bien. Mirando vídeos, consultando revistas especializadas y todo lo que conllevan consigo estas mejoras.
Muchas gracias queridos amigos y queridas amigas. Será un placer seguir contando con vuestras visitas. 
Nos vemos.

miércoles, 20 de enero de 2016

Yo estudio en la UNED





Esta es la universidad donde yo estudio. La UNED fue fundada en el año 1972. Por lo que ya tiene unos cuantos años de rodaje. Es básicamente una universidad, como su propio nombre indica, a distancia. Por lo cual, aunque en parte la enseñanza es presencial, lo que prima es la enseñanza telemática. El uso del ordenador es básico. Esto es, para cualquier estudiante que esté en ella matriculado. Además de los estudios oficiales, la UNED ofrece cursos de las más variadas disciplinas. Sus posibilidades son inmensas. Puedes ponerte en contacto con cualquier profesor o tutor desde diversos medios. Yo prefiero el correo electrónico. Es rápido y seguro, además de poder exponer tus dudas de la forma más eficaz. 
Es obvio decir que hay clases desde diversas sedes de la UNED que pueden seguirse a la carta. Cuando tú mismo decidas. El streaming es una tecnología fundamental para que prácticamente no perdamos ripio en nuestros estudios.
Los alumnos de la UNED salen muy preparados. Tenemos que tener en cuenta que echamos muchas horas, dentro de las que nos permite el día, por supuesto, muchas horas, decía, de estudio.
En cuanto a las edades se podrá encontrar a estudiantes de diversas generaciones. Coincidimos alumnos jóvenes con otros de edades más provectas (entre los que me incluyo).
Otro día contaré anécdotas vividas en mi experiencia con mi querida universidad.
Nos vemos.

lunes, 18 de enero de 2016

Pemán, fascista. Sí, fascista




El hecho mismo de ser escritor conlleva que el público que te lee o que te sigue, está más de acuerdo que en desacuerdo contigo. Por lo general, el lector busca aquello que se asocie con su forma de pensar. Llevar bien una relación escritor/lector es un acto fruitivo para ambos. Bien es verdad que el escritor no sabrá el nombre, ni el sexo o la edad de los que le leen. Por el contrario, el lector conocerá sobradamente al autor al que lee, y muchas veces venera.
Viene esto a colación sobre las declaraciones que realizó la concejal de Jerez, Ana Fernández, contra el escritor fascista José María Pemán. La concejala llamó al escritor misógino y asesino. Por eso, lo que no entiendo es por qué un personaje, fallecido hace muchos años y que la mayoría de los españolitos no han oído hablar de él, vuelva a "renacer" con las declaraciones de Ana Fernández.
¿Qué podemos deducir de todo esto? Que el fascismo, el franquismo en su estado más puro sigue cohabitando con nosotros. Es más, nos impele a actuar como si Franco siguiera vivo. Cosa que ya dudo porque visto que, después de más de cuarenta años de su muerte, sigue teniendo poder. Pero poder en todos los niveles.
Cómo será la cosa, que existe una Fundación Francisco Franco, que pagamos con nuestros impuestos y que tiene la desfachatez de incoar actuaciones judiciales contra aquellos que difamen a su venerado y sagrado Franco.
Pues bien, Franco fue un genocida. Y Pemán, muñidor en cierta manera, del golpe de Estado contra la II República, también es digno de que pase a la historia con este calificativo. 
En la fotografía que cuelgo, puede contemplarse la cara de este escritor al servicio del fascismo y enemigo acérrimo de cualquier atisbo de democracia.

domingo, 17 de enero de 2016

¿De verdad queréis que vuelva a ser presidente?




Este que veis aquí es el presidente más inepto que hemos tenido en este período "democrático". Hemos aguantado durante los últimos cuatro años sus torpezas, su ineptitud, sus caprichos y sus desaciertos. Pues bien, el tal Mariano Rajoy continúa, impertérrito (ahora como presidente en funciones), continúa, decía, tratando como sea de proseguir siendo, una legislatura más, Presidente de Gobierno de nuestro país. Y, como buen pepero que se precie, no desperdicia ninguna oportunidad para postularse como tal. ¿Que Catalunya quiere la independencia? Ahí está él. Defendiendo la unidad y la grandeza de las Españas. ¿Que el rey Felipe VI tiene problemas con sus chanchullos y trapicheos? No hay impedimento. El lameculos de Rajoy defenderá esta monarquía, porque en ello le va, en parte, el puesto. 
Este carpetovetónico, cara al sol, lector impenitente de El Marca, tiene el oscuro "oficio" de ser el defensor de los valores patrios.
Pero como por sus hechos los conoceréis, y por sus expresiones, he aquí algunas de ellas.
En Lima, Perú, se refirió al gobierno de Perú como al de Cuba. En otra ocasión dejó esta perla: "ETA es una gran nación". En el debate con Zapatero, le preguntó a éste: ¿Qué es un bonobús? Más recientemente profirió aquello de : "España es una gran nación, y los españoles muy españoles y mucho españoles". Y termino con una perla que se pudo escuchar en todo el mundo. En un programa de radio el periodista Carlos Alsina, preguntaba a Rajoy sobre el tema catalán. Entonces, nuestro flamante Mariano, sobre si perderían la nacionalidad española y aclararle Alsina que no, preguntó, muy seguro de sí mismo: ¿Y la europea? Las risas todavía se pueden oír en toda Europa.
Y como no quiero pecar de prolijo, aquí os dejo este escrito para que, si aún no lo habéis hecho, reflexionéis ahora.

jueves, 14 de enero de 2016

Escritos de madrugada




Ahora que aún es madrugada me preparo para escribir. Escribiente nocturno siempre cavilando en la escritura. Constantemente lo digo, es mi pasión. Y si la hora ayuda, como es este el caso, miel sobre hojuelas. Digamos que soy grafómano por naturaleza. Que nunca me falte un folio en blanco y un bolígrafo. No obstante, en estos tiempos, qué mejor ayuda que un ordenador para escribir, publicar y que las palabras escritas salgan al ciberespacio en busca de algún lector que dé con ellas y, si puede ser, que se regocije con lo que he plasmado en este blog.
La escritura requiere paciencia, tener conocimientos de la gramática. Procurar, o al menos intentar, no cometer faltas de ortografía ni solecismos. Y leer, leer y leer. También procurar algo que resulta algo arduo, complicado y que buscamos desesperadamente los que nos dedicamos a esto, seamos o no profesionales. Me estoy refiriendo al estilo. Todos buscamos nuestro estilo. Lo que nos distingue de los demás. Porque eso se nota. Y entre los que rellenamos folios reconocemos fácilmente al que escribe sin trabas, con soltura. Que se le nota en seguida el talento. Eso que todos quisiéramos poseer. Cada uno tenemos nuestros maestros, nuestros mentores. Mas llega un punto en que tenemos que volar libremente. Contar con nuestros propios recursos. Poder distinguirnos de los demás y que los demás nos lo reconozcan.
Y como las horas pasan fugazmente y quiero que este post se publique precisamente en este momento, termino aquí lo que comencé con tanto ánimo.
Nos vemos.

miércoles, 13 de enero de 2016

Tomando café

La hora del café es un invento, o creación, o costumbre, que deberíamos de celebrar. De hecho yo lo hago. Su preparación para mí es toda una liturgia. No sé por qué pero a mí me gustan más los cafés que yo preparo que los que me preparan los demás. Busco la cafetera, echo el agua suficiente y a por la caja del café. La abro, olfateo su aroma inconfundible y al fuego. Luego a esperar el bullir del agua dentro de la cafetera. Ya va llegando el momento de estar a punto para recrearme con mi estimuladora bebida. Suelo tomar café dos veces al día, en el desayuno y después de la comida. Y lo tomo solo. Es decir, sin añadirle leche, ni limón, ni tan siquiera azúcar. Es este un hábito que retomé en el verano del año pasado. Siempre me encantó el olor, casi balsámico, de esta bebida. A ciencia cierta ignoro por qué dejé de tomarlo. Mi memoria se pierde en el tiempo tratando de recordarlo. Bien es cierto que he buscado y husmeado por acá y por acullá las posibles propiedades que pudiera tener tan atractivo producto. Y lo que he encontrado es más favorable que desfavorable. Sabiendo, a ciencia cierta, que muchos estudios son pagados por grandes compañías para tener un excelente atractivo de cara a los consumidores. Viene a ser como las Bolsas en el plano económico (y permítaseme la digresión). Por ejemplo, llega Draghi y dice que la economía de tal país progresa en valores no muy satisfactorios (esta frase me la he inventado yo para que percibáis el lenguaje críptico que se gasta en estos sectores), y al día siguiente la Bolsa del referido país sufre una caída inevitable en sus indicadores económicos.
Pues, más o menos, los estudios sobre cualquier otro producto depende, en gran medida, de la confianza que le otorguen ciertas personas, generalmente expertos en la materia.
Y, como mi café, tomado sorbo a sorbo, se va enfriando, os dejo aquí para otra próxima ocasión.

martes, 12 de enero de 2016

A mis compañeros republicanos



Dado que los monárquicos se nos están subiendo a las barbas, porque cada vez son menos y tratan de aplastar toda ideología republicana, quiero defender mi derecho a sentirme republicano antes de que Rajoy, Pedrito y algún que otro seguidor aúlico traten de prohibir los símbolos de los que muchos ciudadanos nos sentimos orgullosos.
Sólo con recordar los nombres de insignes personajes que conformaron la II República y compararlos con los mandatarios actuales sería para pensárselo. Políticos como Azaña, Madariaga, Negrín, Largo Caballero, Besteiro y tantos otros que al compararlos con los actuales dirigentes, se les tenía que caer la cara de vergüenza a estos últimos. Eran gente preparada, muy preparada, que intentaron desde el primer momento modernizar el país. Esa fue su primera preocupación. 
La preocupación de nuestros actuales dirigentes, por el contrario, es mantener la poltrona y los beneficios, lucro o privilegios que ello conlleva. Y al frente de todos ellos, nuestro ilustre rey Felipe VI. El cual parece que aprendió bien las "artes" de su padre. Y en algunas cosas hasta lo superó. Y eso que era difícil.
En nuestro país vivimos una dictadura coronada. Muchos no lo quieren ver. Empero, solo hay que ir contando las libertades que nos están recortando draconaniamente día a día.
Hasta que alguna vez gritemos: "Basta". Y esperemos que esto ocurra en un no muy dilatado lapso de tiempo.
Y poder manifestar al igual que el recientemente fallecido comandante Robert:  Jamás seré siervo del rey de España. ¡Viva la República!