FIN DEL CURSO DE INFORMATICA 2010 Y OTROS RELATOS.

Voy a retrotraerme en el tiempo y situarme en el día 8 de
octubre de 2010.

Hoy termino el curso de
informática que he ido realizando durante dos meses. Han sido unos días y horas
intensos. Cuántos conocimientos adquiridos. Y cuántos amigos/as hechos durante
todo este tiempo. Hemos formado un grupo sólido. No ha habido entre nosotros ni
un roce, ni una tensión, ni una discusión. Amigos verdaderos. Al mando de todo
esto, Daniel. Dany excelente profesor donde los haya, mejor persona, si cabe.
En estos dos meses no le he visto jamás enfadado, ni una mala cara, ni un mal
gesto. Al contrario, siempre dispuesto a ayudarnos, a resolver nuestras dudas,
a sacarnos de nuestra ignorancia. Con su santa paciencia ha tratado por todos
los medios de hacernos conocer los entresijos de la informática. Por lo menos
del programa que teníamos que seguir para completar el curso. En Daniel siempre
teníamos un amigo, un confidente, un aliado. Seguramente descansará de mí ahora
que todo ha terminado. Yo siempre solicitaba su ayuda para que me sacara de mi inopia.
Y siempre fui correspondido con una sonrisa y con los enormes conocimientos que
atesora este hombre en su cerebro. Un fenómeno.

De mis compañeros destacar a
los dos que tenía a mi lado. Por una parte Plácido, más que amigo, hermano. El
aguante que ha tenido conmigo solo lo sabemos él y yo. La de peripecias que
hemos vivido juntos. Imposible recordarlas todas. Del otro lado Gonzalo que
también me aguantó lo suyo. Yo ante estos dos compañeros era un río entre dos
mares. Mil gracias a los dos. Con los compañeros que mejores ratos he pasado y
mejor me he llevado están: lo ya citados Plácido y Gonzalo. A ellos tengo que
sumar a Samuel, siempre dispuesto conmigo para lo que hiciera falta. Samuel era
un genio con los ordenadores a pesar de su corta edad, o precisamente por eso.
Citar de igual manera a Transi, gran amiga y Javito (espero que nos veamos en
la universidad), juntos a mi derecha. Cómo olvidarme de Silvia, mujer guapísima
y de una gran inteligencia. A Chema le deseo lo mejor, espero que pronto sea un
gran abogado. Susana mi báculo moral, siempre animándome en mis horas bajas y
mandándome ejercicios y temas para un mejor seguimiento del curso. Y por fin
nombrar a Javier, Carmen y Raquel. Con estos últimos tuve un menor trato pero
no por ello dejarán de ser buenos amigos también. En fin compañeros/as que si
tuviera que repetir la misma experiencia con vosotros, lo volvería a hacer, sin
dudarlo. Gracias a todos.

Acabado el curso, ya esa
misma tarde cojo los bártulos y me voy, invitado por mi hermano, a la Sierra de
la Culebra a respirar aire puro. He tenido suerte, en mis caminatas he visto
cómo corrían unos cervatillos y ya de paseo en el coche por caminos inhóspitos
vimos un jabalí. Pero no un jabalí normal. Este era enorme y negro como un toro
zaino.

También hemos cogido setas.
Aquí sí que se ha cumplido eso que del campo a la cocina. Estaban riquísimas.
Lo que sí siento es que casi no he podido leer. Me traje un par de libros pero
con tanto ajetreo, apenas pude hojear unas páginas. Pero después de todo lo que
he pasado no os extrañe que necesitara unos días de asueto. Tres días en los
que he disfrutado intensamente.

Gracias por seguirme.