Buenos días lectores. Hoy estoy algo más animado ya que en días anteriores. He estado algo bajo de moral. Ignoro si son los años o es este frío que se me cuela hasta los huesos el caso es que la depre no perdona a nadie. Las navidades tampoco me animan, además de ser ateo estas fiestas tan falsas, con más bien para niños a los que se puede engañar fácilmente que a nosotros, ya adultos y que no nos dicen nada. Lo único que me anima es el cambio de año. Ahí está, a punto de palmarla. Ya le podemos decir muérete pendejo que tantas desgracias has dejado. Y al nuevo año que viene, como llega tan limpio y tan como por estrenar se puede esperar de todo. Por eso siempre me queda un mínimo de optimismo. Algo a lo que agarrarnos, como son los 365 días que nos esperan. Esto, como digo, es lo que me da fuerzas.
Recibo unos correos de mi antiguo profe. Aun no le he podido contestar ya que el correo no me deja mandar nada. Luego lo intentaré otra vez. De todas maneras, gracias Dani, me he divertido mucho con tus cosas.
A mi otra profesora, a la que tengo ahora, la he extrañado mucho. Mañana tengo clase con ella. Además de aprender, comentamos algunas cosas y el tiempo vuela cuando estamos juntos.
Ahora son las seis de la mañana y en cuanto termine de escribir en este mi blog desayunaré y echaré una cabezada mínima para aguantar el resto del día. Pero para mí, siempre lo he dicho, las mejores horas del día son estas, las de la madrugada. Aunque al finalizar esta, el cuerpo me pida un rato de sueño, de descanso de toda una noche escribiendo.
En fin que aquí os dejo, que seguro que tenéis más cosas que hacer.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
