Ayer fue un día de muchas emociones. Me reencontré con amigos de quienes no había vuelto a saber nada. Por orden de contacto fueron Mario, Luis, Virgilio y Guillermo. Localicé a uno y éste te lleva a los demás. Compartimos infancia y adolescencia. Luego la vida nos repartió por diversos lugares. Pero he visto que el amor por nuestra tierra ha perdurado en los que tuvieron que partir a otras tierras. Con tres de ellos no solo compartimos amistad, también colegio, que duró lo que duraba la instrucción en aquellos tiempos. A partir de nuestro ciclo de estudios, cada uno tomó su camino. A los que les tocó marchar fuera supongo que lo harían con pena. Los que nos quedamos, aguantando lo vaivenes de los cambios económicos y laborales. Pero lo que nunca consiguieron el tiempo y la distancia fue separarnos de nuestra amistad. Ahora que seguro que somos unos respetables señores, seguro que a todos nos tratan de usted, podemos dar rienda suelta a nuestros recuerdos. Los buenos siempre presentes. Los malos, si los hubo, seguro que olvidados.
Hoy no quiero, ni puedo, tratar de otros temas. Las amistades de las que he hablado era obligado que salieran en este blog. Esperemos que se nos unan más amiguetes, comunes o no, para ampliar el círculo que acabamos de abrir. Buena suerte a todos, amigos y compañeros. ha sido un placer reencontrarnos. Y es que las buenas amistades nunca mueren, ni se olvidan. Estamos en contacto.
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