Pues sí se acabó la fiesta. Las fiestas en este caso. Casi medio mes de andar a medio gas. Pero todo tiene su fin. Después de comilonas, francachelas y demás dispendios, volvemos a la vida normal. Que ya tenía yo ganas de estar y encontrar la tranquilidad del trabajo diario.
A mí me ha sido difícil compaginar la juerga con mis "obligaciones" diarias. Escribir en mis blogs por ejemplo. Cosa en la que no he fallado nunca me parece. Bien es verdad que he tenido que seleccionar. Por ejemplo para escribir es necesario estar informado y tienes que echar un vistazo en la red a los diversos medios. En El País es generalmente de donde me surto de noticias para estar a la última. En este caso para mí lo último es el premio Nadal. Uno de los más prestigioso, sino el más de las letras hispanas. Lo ha ganado una mujer Alicia Giménez Bartlett. "Donde nadie te encuentre" creo que es el título de la novela ganadora. A más de uno se nos llena de envidia el cerebro. La emoción que se debe sentir solo lo saben los que tienen la dicha de recibir el galardón.
Una amiga anda con ganas de abrir un blog y yo intento animarla. Pero lo que más me extraña es que quiere hacerlo sin foto, vamos, de forma casi anónima. Cosa esta que no entiendo. Si se escribe es para que los demás lo lean, te lean y a poder ser que te vean cómo eres. Pero respeto su intención si no quiere que la conozcan, está en su derecho.
Hoy ya no me da tiempo de hablarles de las últimas necedades del PP y del quiero y no puedo de Álvarez Cascos. Pero ya tendré tiempo de cantarle las cuarenta. Ahora me voy a otros menesteres. Cada vez me cuesta más cumplir con todas mis obligaciones, o hobbys como prefiráis llamarlo.
Mañana más.
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