CAMBALACHE HOY

Leo en la prensa y veo por televisión que la situación en Haití es insostenible. Se calcula que hay más de 800.000 desplazados un año después de producirse el terremoto. En los países pobres los males nunca vienen solos. Pongámonos en su lugar, gente vagando sin saber dónde ir ni a quien acudir, pues más o menos todos están igual. Miseria, pobreza, desolación, todo se une. Se cree que la reconstrucción del país durará un año. Pero parten de la nada. ¿Qué clase de vida les espera? Poco pueden sacar de donde nada hay. Haití necesita urgentemente de la ayuda internacional. Todo lo que les llegue les vendrá bien. Hay que saber lo que es no tener nada y perderlo todo. Parece una contradicción, pero piensen en ello.

En Australia se han producido unas graves inundaciones. Pero la situación aunque grave es diferente. Estos pertenecen a un país rico y lograrán sobreponerse mucho antes que los miserables haitianos. Es lo que tiene ser pobre, miserable diría yo. Ojalá que no vuelva a repetirse una situación semejante, Tanto en Haití como en Australia.

Cambiando de tema, parecía que lo de los controladores aéreos se estaba resolviendo y ya veo que no. Ahora han nombrado un mediador. Manuel Pimentel ha sido nombrado árbitro de la situación. Un tema complejo este. Pimentel que fue ministro de Trabajo en uno de los gobiernos de Aznar puede ser el hombre que necesitan ambos contendientes. Tiene experiencia en tratar temas escabrosos y ásperos. No lo va a tener fácil. Los controladores persistirán en sus peticiones. Aquí menos mal que el Gobierno tomó la decisión correcta. Cortar por lo sano. Si no a día de hoy todavía estaríamos en pleno conflicto. No dudo de que los controladores tengan alguna razón en sus peticiones, pero son trabajadores privilegiados con respecto a los demás. Y no es de recibo que exhiban su poder con tanta prepotencia.

Y ya estamos a miércoles, mitad de semana. Pasado mañana otro finde. Esperemos que no nos traiga más conflictos, ni cambios drásticos atmosféricos.

Hasta mañana.